Mensaje comunista de año nuevo:

Por Nelson Lombana Silva

Pocas horas nos quedan del año 2008. Año duro, doloroso para el pueblo colombiano, básicamente por las medidas antipopulares tomadas por el gobierno nacional a la sombra de la mal llamada "seguridad democrática".

El suelo colombiano fue bañado de sangre inocente una vez más, el terrorismo de Estado fue la constante en todo el territorio nacional, mediante los crímenes selectivos y de lesa humanidad de periodistas, sindicalistas, indígenas, campesinos, comunistas, amigos y simpatizantes del polo, afrodescendientes y personas de bien que intentaron organizarse para defender sus intereses a manos del binomio militar - paramilitar.

Colombia fue sacudida por los escándalos de la parapolítica, los falsos positivos (terrorismo de Estado), las pirámides; los brutales bombardeos en diversas zonas del país, las múltiples detenciones masivas de campesinos y dirigentes de izquierda acusados de supuestos nexos con la insurgencia.

El presidente Uribe y su corte convirtieron la casa de Nariño, en antro de narcotraficantes, sitios de encuentro de lo más criminal y conspirador contra la corte suprema de justicia y altas personalidades democráticas y decentes. Desfilaron por allí el reconocido narcotraficante Job, abogados de criminales paramilitares y muchas personas de mala ortografía y de cero en conducta.

Aumentó la pobreza, la dependencia a los Estados Unidos. De igual manera, nuevas empresas del Estado pasaron a ser propiedad del capital monopolista de las transnacionales. Ellos ganaron mucha plata. El sector financiero habla de 6.2 billones de pesos, suma exagerada que no los calma porque por ahí salió Luis Carlos Sarmiento Angulo, a lamentarse porque dizque el año pasado les quedó de ganancia líquida 8.2 billones. O sea, 6.2 billones es muy poquito, según los avaros capitalistas.

Aumentó, igualmente, la carestía de la canasta familiar. El invierno una vez más sembró el horror de la tragedia, fruto del calentamiento del globo terráqueo por obra y gracia del capitalismo.

El gobierno nacional, cien por ciento paramilitar, narcotraficante, defensor del cartel de Medellín y "enemigo" del cartel de Cali, manipula descaradamente el parlamento, impone leyes, hace nombrar personajes oscuros de la talla del nuevo procurador general de nación, un oscuro y fanático neonazi. Se da el lujo de convocar sesiones extras al congreso a la media noche, como cualquier salteador de caminos y sentencia a muerte a la oposición política.

Sin embargo, a pesar de esa aplicación subterránea de la dictadura militarista con careta de "democracia", lecciones de combatividad dieron en el año que culmina los indígenas, los corteros de caña, los trabajadores de la rama judicial.

El partido comunista colombiano celebró exitosamente su 20 congreso nacional con la presencia de casi 500 delegados de todo el país y nutridas delegaciones internacionales, el Polo Democrático Alternativo, eligió 1500 delegados para el II Congreso Nacional y 500 delegados para el I congreso joven cuya sede será la ciudad musical de colombia, Ibagué, en el mes de febrero de 2009.

Los obreros y trabajadores, volvieron a la calle a reivindicar sus derechos villanamente desconocidos por la monstruosa maquinaria uribista. Con coraje y dignidad el pueblo expresó su inconformidad contra las medidas del gobernante con serios visos de fascista, sobreponiéndose al terrorismo de Estado.

El año venidero será de intensa lucha revolucionaria, seguramente más organizada y combativa, con mucho más criterio político. En ese sentido, podría decirse que la meta es derrotar el uribismo y consolidar la unidad del Polo Democrático Alternativo, porque los tiranos son efímeros y los pueblos eternos.

Al rendir homenaje a los mártires caídos en esta dura lucha durante el presente año, reconocer la resistencia y la moral comunista de los presos políticos, queremos desear toda la ventura al pueblo colombiano en el 2009.

A todos y todas los y las comunistas colombianos (as) y del mundo: Salud. La victoria es nuestra, el futuro es socialista. Feliz año.

Ibagué, diciembre 30 de 2008