Por Nelson Lombana Silva
La comparecencia del camarada, Carlos A. Lozano Guillén, al bunker de la fiscalía para rendir indagatoria, el lunes 15 de septiembre, se convirtió en un acto político y revolucionario de denuncia. Efectivamente, no se asistió a defenderse Lozano, ni los que asistieron al acto revolucionario de la solidaridad, tanto el camarada director del semanario ★VOZ La verdad del pueblo, como los asistentes, asistieron a denunciar las bellaquerías de la tiranía uribista en el marco de la "seguridad democrática".
La primera delegación en hacer presencia fue la del tolima con cuatro vehículos repletos de compañeros y compañeras de todas las edades que desde las tres de la mañana tomaron carretera para cumplir con el deber de la solidaridad con el paisano, pero también con el partido comunista, el polo, la libertad de prensa y los miles de detenidos injustamente en las mazmorras del régimen.
"Levantó la mano y me dijo adiós", dijo emocionada la compañera Lilí Ipuz Medina, al tener el "privilegio" de estar presente justo en que el camarada penetró al frío bunker de la fiscalía general de la nación.
Poco a poco la plazoleta se fue llenando de banderas rojas y amarillas. La combatividad de los jóvenes y la reciedumbre de los veteranos y veteranas confluyeron y permanecieron lanzando consignas, exigiendo la absolución inmediata de toda responsabilidad al camarada Lozano.
Los zanqueros venidos de Ibagué, mientras unos ondeaban banderas y lanzaban consignas, los otros distribuían poemas de Luis Vidales con la foto de Carlos A. Lozano, La lluvia menuda pero persistente por momentos no desparpajaron a los asistentes. Los paraguas se abrieron como por sortilegio y los comunistas siguieron llegando.
Ahí estuvo la dirección nacional del partido comunista, lanzando consignas e intercambiando opiniones sobre la realidad concreta que vive la nación.
La intervención del camarada Raúl Rojas González, fue clara y contundente, animó y llenó de entusiasmo, al extremo que los tolimenses entonaron el bunde y los bogotanos, algunos, también lo cantaron.
Jorge Rivera también se manifestó y así sucesivamente muchos compañeros expresaron su indignación contra la política uribista, su dependencia marcada de los Estados Unidos y la podredumbre del narcotráfico en las altas esferas del Estado que carcome la estabilidad de la patria.
Al caer la tarde, la protesta se fue desintegrando por diversos compromisos. Sin embargo, un puñado de hombres y mujeres se negaron a marcharse. "Si nos toca dormir acá lo haremos", dijo María Oliva Campos Torres.
Con la firmeza de carácter, ese puñado de comunistas, esperaron sin inmutarse hasta que el camarada salió a las cinco y dos minutos exactamente, agotado pero victorioso, optimista, quizás más comunista que nunca. La diligencia continuará el miércoles 17 de septiembre, a las dos de la tarde, dijo el camarada al despedirse de los dos abogados que lo acompañaron sin pausa y saludar uno a un a los asistentes.
Bogotá, septiembre 17 de 2008
Hola Gloria,
ResponderEliminarSoy Colombiano y vivo en el Canada, como gay y ciudadano se de la importancia de reconocer los derechos de pareja, no importa si se es gay o heterosexual, es por ello que le escribo esta nota para agradecerle su apoyo a este proyecto de ley que se de antemano no sera aprobado, lo que demuestra la falta de tolerancia y respecto por la diferencia base de una sociedad civilizada para vivir pacificamente.
Es triste saber que legisladores con su negativa promuevan sentimientos de odios hacia los mismos ciudadanos, razon por la cual Colombia sucumbe en una crisis de violencia basada basicamente en intolerancia y respecto por la diferencia y derechos de los ciudadanos, y razones que hacen que muchos de nosotros, personas como yo, de bien y profesionales escapen a otros paises donde nos dan la bienvenidad y nos reconocen nuestros derechos.
Gracias de nuevo, sus esfuerzos son altamente apreciados de mi parte.
Roberto C.