miércoles, 5 de diciembre de 2007

La mediación y la facilitación humanitaria sí estaban funcionando


La mediación y la facilitación humanitaria sí estaban funcionando
Gloria Inés Ramírez Viernes 30 de noviembre de 2007
La revelación de las pruebas de supervivencia de algunos de los secuestrados - entre ellos de varios policías, un político, los tres norteamericanos y de Ingrid Betancur -, dadas a conocer en la madrugada de hoy por parte del Gobierno son la evidencia más contundente para ratificar que la mediación que venían realizando el Presidente Hugo Chávez y la facilitación de la Senadora Piedad Córdoba SÍ estaban dando frutos y que la decisión del Presidente Uribe de termina con ella, de manera abrupta y sin consulta, ha sido un error de enormes proporciones para alcanzar el Acuerdo Humanitario.
Contrariamente a lo que han expuesto tanto el Gobierno como la oficina del Alto Comisionado para la Paz y diferentes medios de comunicación, la revelación de las pruebas no ha sido producto de la Seguridad Democrática sino de las gestiones, además de rápidas muy eficaces, del Gobierno Venezolano y de la Senadora colombiana. No cabe duda que el mismo Uribe y el Alto Comisionado sabían la clase de resultados que estaba generando la Mediación Humanitaria y, sin embargo, han decidido cancelarla.
Con la captura de las personas que tenían en su poder las pruebas, el Gobierno únicamente se ha anticipado al impacto que pudo haber tenido si ellas finalmente hubieran llegado a su destino final: Piedad Córdoba y, en ese caso, haber sido reveladas por la Senadora.
Las pruebas de supervivencia, más allá de por quién o cómo hayan sido dadas a conocer, ratifican la vigencia de una salida humanitaria a la tragedia de los secuestrados. Le oponen una razón - y de bastante peso - a las continúas equivocaciones y a la intransigencia irracional del Presidente Uribe quien, de paso, parece expresar abiertamente la falta de la voluntad política del Gobierno para avanzar de manera sincera y auténtica hacia el Acuerdo Humanitario. Esperemos que la razón y el temperamento de una Nación que anhela el Acuerdo no decline ante la arrogancia del Primer Mandatario y que los argumentos - los cuales son HUMANITARIOS, no de tipo político o económico - lleven al país a un feliz término de esta odisea.
GLORIA INÉS RAMÍREZ RÍOS Senadora de la República
Bogotá, D.C. 30 de noviembre de 2007

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